Pressefreiheit in Kolumbien

Zum Internationalen Tag der Pressefreiheit hier ein Beitrag von unserer Geförderten Natalia (texto español abajo):

Natalia, miembro de Lazos, estudiante de Communicación Social & autora de este artículo, entrevistando a Dario Arizmendi, el director de “Caracol Radio”.
Natalia, Lazos-Geförderte, Journalismus-Studentin & Autorin dieses Artikels; Hier interviewt sie Dario Arizmendi, den Direktor von „Caracol Radio“, eines der größten Radionetzwerke Kolumbiens.

Heute ist der Internationale Tag der Pressefreiheit und als Journalismus-Studentin und angehende Journalistin, sowie als Mitglied der Gruppe „Lazos de Amistad“ möchte ich gerne die Situation der Medienlandschaft in Kolumbien aus meiner Perspektive als junge Studentin beleuchten.

Meiner Meinung nach gibt es in Kolumbien keine Pressefreiheit; die Berichterstattung bleibt in den Händen einiger Weniger und die wirklichen Probleme unseres Landes bleiben im Geheimen. Es ist die Angst vor Zensur, vor Bedrohung, sogar die Angst vor dem Tod, die die Stimmen von vielen JournalistInnen und sozialen AktivistInnen zum Schweigen bringt.

Für niemanden ist es ein Geheimnis, dass der Großteil der anerkannten Medien von Familien und Unternehmensgruppen (wie z.B. Carlos Ardila Lulle, PRISA und Luis Carlos Sarmiento Angulo) kontrolliert werden, die die Bevölkerung in Unwissenheit über die Wahrheit lassen. Durch die Verzerrung von Fakten berichten sie nicht für die Menschen, sondern für den Profit, den sie daraus ziehen können.

Der Informationsmangel ist ein stetiges Problem in Kolumbien. In letzter Zeit sind zwar viele unabhängige Medien mit seriösen Inhalten entstanden, allerdings sind diese weitestgehend unbekannt. So bleibt es bei einem eingeschränkten Bild, das uns die von der Regierung kontrollierten Medien verkaufen.

Die neuen unabhängigen Medien versuchen mehr Bekanntheit und Anerkennung zu erlangen. Jedoch verhindern soziale und politische Gründe oft die Aussprache von Wahrheit. Dies demotiviert junge AkademikerInnen, da dieses Problem schon lange Teil der kolumbianischen Geschichte ist. Trotz allem geht der Kampf weiter – in den Universitäten, den Zusammenschlüssen unabhängiger Medien, sowie in den digitalen Medien und vor allem durch die Tradition der mündlichen Informationsweitergabe.

 

La Libertad de Prensa en Colombia

No se pierdan este mensaje especial de Natalia, miembro del grupo de Lazos en Colombia:

Natalia, miembro de Lazos, estudiante de Communicación Social & autora de este artículo, entrevistando a Dario Arizmendi, el director de “Caracol Radio”.

Hoy es El Día Mundial de la Libertad de Prensa y como comunicadora social  y periodista en formación, y miembro del grupo Lazos de Amistad quiero compartir la situación de los medios de comunicación en Colombia desde mi perspectiva de joven estudiante.

En mi opinón no existe la libertad de prensa en Colombia, la información permanece  en manos en unos pocos y los verdaderos problemas que afectan a nuestro territorio quedan en secreto, es el miedo a la censura, a la amenaza, incluso a la muerte lo que calla la voz de cientos de periodistas y activistas sociales.

Para nadie es un secreto que la mayoría de medios reconocidos están controlados por Carlos Ardila Lulle, el grupo Prisa y Luis Carlos Sarmiento Angulo, son estas familias y grupos empresariales los que perpetúan la ignorancia en el país gracias a la distorsión de los hechos, no se informa para el pueblo, si no para la ganancia que se le pueda sacar a este.

La desinformación es una constante en el territorio colombiano, a pesar de que recientemente han surgido medios independientes con propuestas periodísticas serias no se sabe mucho de ellos, todavía se conserva el imaginario limitado que nos venden los medios controlados por el Gobierno Nacional.

Las nuevas propuestas de prensa compiten por un lugar en la mente de los colombianos, sin embargo, el contexto social y político muchas veces silencia toda posibilidad de verdad, esto desmotiva a los nuevos profesionales del área de la comunicación, ya que ha sido una tendencia histórica, a pesar de esto, la lucha continua en las universidades, en los colectivos de comunicación, en los medios digitales y sobre todo en la voz de una tradición oral que cree en el valor de  relatar su historia.